Una vuelta compartiendo videos con mi familia me encuentro con una frase de «Lunfardo» que no había escuchado antes en mi vida. Mi madre respondió a mi sorpresa con: «Pero esto es más viejo que la escarapela».
No es la primera vez que muestro mi ignorancia ante los modos de hablar típicos del interior [también conocido como gente de campo]. Pero eso es porque mi curiosidad supera mi vergüenza social y no tengo miedo de preguntar por lo que no sé. Lo curioso es que muchas de esas frases, técnicas, y otros datos del tipo «lo sabe hasta el mono», son redescubiertas gracias a las famosas Redes Sociales, que mucha gente cree erróneamente que solo sirven para aumentar el ego de la gente o venderte productos aleatorios.
El objetivo inicial de internet era comunicar a la gente de manera eficiente, Algo fascinante, ya que en la actualidad se volvió un cerebro colectivo que todos pueden acceder, es el repositorio del conocimiento humano como especie.
Uno de mis ejemplos favoritos es un comentario en un video de cocina «vintage» donde el cocinero probaba las recetas mas peculiares de los viejos libros de cocina. Dicho comentario mencionaba «mi abuela solía preparar esa ensalada mucho, a mi no me gustaba pero mi mamá lo disfrutaba mucho. Cuando ella fallece, nadie tenia la receta, hasta que gracias al video ahora puede intentar replicarla a su madre.
Los ríos se secan y los árboles caen, pero nada puede detener el flujo de agua y el bosque seguirá creciendo.