Fuente: Instant regret on Instagram
1º panel: Fotos del ex presidente de EEUU, Donald Trump, escuchando a el líder norcoreano Kim Jong Un. El meme señala a Kim como “Yo explicando una historia graciosa” y Trump como “mi mamá escuchando mi historia”.
2º panel: otra foto donde Trump toma la palabra con el meme “Mi mamá convirtiéndolo en un sermón” y Kim escucha con el mensaje ”Yo dándome cuenta que no debí contarle la historia”.
Todos hemos pasado por ese incomodo momento en el que queriendo compartir una experiencia divertida desde nuestro punto de vista, los “adultos” lo convierten en una “valiosa» lección de vida… Que nadie pidió ni necesita en ese momento donde el objetivo era relajarse o reír un poco.
Breve conclusión al respecto: Amo los memes, me causan gracia. Especialmente porque definen situaciones que me son familiares pero bajo el efecto del ridículo. Todos sabemos que los políticos roban, no porque nos guste, si no porque no podemos evitarlo y denunciamos con una risa. Para aquellos adultos que vuelven todo en una lección de vida: no hace falta, dejen que nos riamos un poco antes de volver a la amarga realidad. Y para los jóvenes que buscan reírse con los demás: Traten de reflexionar un poco acerca de su sentido del humor, podrían convertirse en objetos de violencia si no es tratado con respeto.