La leyenda del Isondú

Se dice que en la selva misionera existía un joven que despertaba la envidia de sus pares, por ser muy habilidoso y por la gran atracción que sentían las mujeres. Se llamaba Isondú.

Un buen día, la envidia fue tan grande que le construyeron una trampa. Insondú cayó en ella y no volvió a salir. Pero esa misma noche, los envidiosos vieron con asombro que del centro del poso comensaron a elevarse pequeñas luces resplandecientes que brillaban en la selva. Allí donde todavía siguen iluminando los rincones más oscuros.
Así es como nace la leyenda del Isondú, sque en guaraní significa «bichito de luz».

Fuente de la imagen:  Artie_Navarre en Pixabay