Aunque ya estamos entrados en la segunda década del siglo 21, es interesante observar como las políticas y las prácticas educativas siguen ancladas en el pasado. La pandemia primero y la invasión rusa a Ucrania nos obligan a considerar cómo queremos construir un futuro en la cultura digital en la que ya estamos inmersos.
Revisando bibliografía para investigar el impacto de la brecha digital en la post-pandemia, encontré este artículo de Gerson Daniel Andueza López: «¿Qué esperan los alumnos universitarios de sus docentes?«
Hay consenso en que la educación debe estar centrada en el estudiante. También que requiere múltiples alfabetizaciones (digital, académica, informacional, emocional, entre otras) para poder formar parte activa de una sociedad cada vez más compleja.
Comparto aquí con ustedes un par de textuales para reflexionar juntos.
La formación universitaria pretende un desarrollo de conocimientos y habilidades, pero también un crecimiento personal.
“Los alumnos no buscan centrarse solamente en la adquisición de conocimientos, también esperan que sus profesores les orienten en la búsqueda de un bienestar individual y social”.
“Las nuevas generaciones hacen un llamado a quienes realizamos la función de docentes a fomentar una responsabilidad social reflexiva con miras al bien común”.
Crédito de la imagen: Alumnos en la biblioteca del Instituto Tecnológico de Monterrey