Sólo cuando el artista tiene real talento puede jugar con su arte y convertirlo en parodia. En este caso, el bailarín «no se burla de», sino que «se divierte haciendo de». Técnicamente muy bueno (noten que está de puntillas casi todo el tiempo) y además disfruta «burlarse» de los convencionalismos. La coreografía original estaba pensada para que Ana Pavlova luciera su impecable técnica y carácter. Desconozco qué artista interpreta esta creativa parodia, pero comparto su emoción y disfrute por lo que hace.
Crédito de la imagen destacada: El Cisne Anna Pavlova