A la par que los libros electrónicos llegaron para quedarse, el placer de visitar buenas librerías ganan adeptos y conmueve a los más veteranos. El «olor a libro nuevo» y el clima de regocijo del alma se sostiene gracias a los empleados.
Compartimos una serie de «bookface» o portadas de la Librería Mollat. Pueden encontrar más en Soy Bibliotecario
Imagen destacada: Captura de pantalla