Hoy conversamos con Isabel Arista, mamá de Benjamín de 7 años. Leerla nos va a ayudar a conocer más del albinismo con mente abierta y menos prejuicios.
El albinismo es una condición genética que afecta a los seres vivos, indistintamente sea la especie que sea; produciendo alteraciones y dificultades en la visión, en la piel y en el cabello. Esta condición permanente carece de ausencia total o parcial de melanina que produce la pigmentación en el cuerpo de quien lo padece de manera porcentual de acuerdo al genoma que lo provocase.
La persona albina, si no es tratado y no se toma los recaudos necesarios para proteger su cuerpo y poder así llevar una vida plena, corre serios riesgos de padecer quemaduras graves en la piel lo que lo puede llevar a contraer cáncer de piel, ceguera o agravamiento de la disminución visual.
El albinismo se encuentra dentro de las “enfermedades raras”. No hay un solo tipo de albinismo y no todas las personas con esta condición genética, manifiestan los mismos síntomas. Cada una tiene su grado de albinismo, el más conocido es el albinismo óculo-cutáneo que es el que afecta a la piel, los ojos y el cabello, dando una tonalidad blanca a quien lo posee.
La única característica que tienen en común los diferentes tipos de albinismo, es su visión limitada.