Repasando las notas de esta semana, quizá sea más prudente hablar de «lenguaje con perspectiva de género» que de «lenguaje inclusivo». De esta manera pueden abrirse espacios de diálogo entre diferentes colectivos para lograr consensos. El lenguaje está vivo con sus hablantes y, como la musiquita, crece desde el pie.
En este enlace pueden acceder a un documento del gobierno argentino sobre «re-nombrar» reflexionando desde la perspectiva de género.