Mi Propia Identidad

Hace 9 años atrás un día como hoy, muchas personas a través de la televisión, el celular, la radio, en medio del trabajo con los auriculares puestos esperaban la sanción de la Ley N.° 26.743 de Identidad de Género.

Fue la primera en el mundo en granizar varios derechos, lo que significó un gran avance para la población travesti-trans-intersex, el activismo LGTBIQ+, el Estado y la sociedad civil.

Desde el 9 de mayo del año 2012 dio acceso a: *Las solicitudes de cambio de nombre en el DNI según la identidad autopercibida
*Permitió la desvinculación de las vías judicial y psiquiátrica para conseguir la reasignación genital.
*Fue la primera en el mundo en habilitar la libre expresión de la identidad de género sin procesos tortuosos (la intervención quirúrgica total no constituye una obligación para acceder al documento con la nueva identidad)
*Permitió incluir en el Programa Médico Obligatorio otras intervenciones quirúrgicas menores, así como tratamientos hormonales.

Si bien Argentina firmó pactos y convenciones de derechos humanos, todavía la mayor parte del colectivo travesti-trans sigue excluido de las garantías del Estado. Un ejemplo de eso es que los derechos antes mencionados aún no están garantizados.

La discriminación en la vía pública, el trato desigual por parte del personal de salud y la falta de consultorios amigables en muchas localidades del territorio nacional, sin olvidar que la expectativa de vida es de 35 años.

Se ha hecho mucho, pero lo que se consiguió no se respeta. La lucha sigue y el colectivo sigue trabajando con la misma intensidad por la progresividad de los derechos de personas trans.