Una parte de mí

Hoy se pone en foco una práctica que se estableció desde hace miles de años y todavía es difícil de erradicar: La mutilación genital femenina.

Esta costumbre que nos afecta desde muy temprana edad (entre la infancia y la adolescencia) viola los derechos humanos de la salud, la seguridad, la integridad física, a no ser sometidas a torturas y tratos crueles, inhumanos o degradantes y el derecho a la vida en los casos en que el procedimiento acabe produciendo la muerte.

«No corten nuestras alas con el filo mortal de esa navaja que lleva años sucia de mucha sangre derramada.
Dennos la libertad de vivir nuestra vida y a DECIDIR sobre nosotras mismas.
No ahoguen nuestras sonrisas con lágrima que de la noche a la mañana se transforman en un mar difícil de contener.
Que nuestra voz se escuche y no la corten al decir NO.
Nacimos completas y un rito mandado por nadie, en nombre de nadie nos castigue por ser mujeres».

Reflexión de Noelia Pajón Belén

Como dice el lema de este año de la ONU: «No hay tiempo para la inacción global» porque una parte desaparece en segundos, sigamos poniendo nuestra voz para acabar con esto.

Crédito de la Imagen: sacada de internet y diseñada por la autora.