¿Cómo elegir a tu director de tesis? (Cuento con moraleja)

En un día lindísimo y soleado, un conejo salió de su cueva con su  notebook y se puso a trabajar, bien concentrado. Poco después, paso  por allí un zorro, y vió a aquel suculento conejito tan distraído,  que se le hizo agua la boca. Quedó tan intrigado con la actividad del conejo que, curioso, se le aproximó:

– Conejito, ¿que estás haciendo ahí, tan concentrado?
– Estoy redactando mi tesis de doctorado -dijo el conejo, sin sacar los ojos de su trabajo.

– Hummmm… y ¿cuál es el tema de tu tesis?
– Ah, es una teoría que prueba que los conejos son los verdaderos predadores naturales de los zorros.

El zorro quedó indignado:
– ¿Qué ? Eso es ridículo!!! ¡Nosotros somos los predadores de los conejos!
– ¡Absolutamente no! Ven conmigo a mi cueva y te mostrare mi prueba experimental.

El conejo y el zorro entran a la cueva. Pocos instantes después se oyen algunos ruidos indescifrables, algunos pocos gruñidos y después  silencio. En seguida, el conejo vuelve solito, y retoma su trabajo de tesis, como si nada hubiera sucedido.

Media hora después pasa un lobo. Al ver al apetitoso conejito, tan distraído, agradece  mentalmente a la cadena alimentaria por haber garantizado su  almuerzo. Sin embargo, el lobo estaba también intrigado ante un conejo que trabaja con tanta concentración, y resuelve averiguar de que se trata, antes de devorárselo:

– ¡Hola, joven conejito! ¿Qué hacés trabajando tan duramente?
– Mi tesis de doctorado, señor lobo. Es una teoría que vengo desarrollando desde hace algún tiempo y que prueba que nosotros, los conejos, somos los grandes predadores naturales de varios  animales carnívoros, inclusive de los lobos.

El lobo no puede contener la risa y estalla en carcajadas ante la  petulancia del conejo.
– ¡¡¡Jah, jah, jah, jah!!! Conejito! Apetitoso conejito! Esto es un despropósito. Somos nosotros, los lobos, los genuinos predadores naturales de los conejos. Y ahora…, ¡terminemos con esta charla absurda!
– Discúlpeme, pero si usted quiere, yo puedo presentarle mi prueba experimental. ¿Gustaría de acompañarme hasta mi cueva ?

El lobo no puede creer en su tan buena suerte. Ambos desaparecen cueva adentro. Algunos instantes después se oyen aullidos desesperados, ruidos de masticación, y … silencio. Una vez mas el conejo vuelve solo, impasible, y retorna al trabajo  de redacción de su tesis, como si nada hubiese ocurrido.

Dentro de  la cueva del conejo se observa una enorme pila de huesos  ensangrentados mezclados con pelos de diversos ex-zorros, y a su  lado, otra pila todavía mayor de huesos y restos mortales de  aquellos que algún día fueran lobos. Al centro de las dos pilas de  huesos… un enorme león, sonriente, bien alimentado, se relame  satisfecho.

Moraleja de la historia
1. No importa cuan absurdo sea el tema de tu tesis
2. No importa si no tiene el más mínimo fundamento científico
3. No importa si tus experimentos jamás llegan a probar tu teoría
4. No importa siquiera si tus ideas contradicen los mas obvios conceptos de la lógica
5. Lo que verdaderamente importa es … QUIEN ES TU DIRECTOR.